Daniel 9 – Los 2300 “días”


En el capítulo anterior vimos que el profeta Daniel recibió una profecía que incluía 4 elementos. El carnero, el macho cabrío, el cuerno pequeño y las 2300 tardes y mañanas. Tras escuchar la pregunta angelical ¿Hasta cuándo durarán estos terribles abusos contra el pueblo de Dios?, recibió la respuesta: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.” Daniel 8:1-14.



Daniel tuvo el sincero y ferviente deseo de entender esta profecía. El procuraba comprenderla de todo corazón. Dan. 8:15. Entonces fue llamado y enviado el ángel Gabriel para explicarle esta impresionante visión. Daniel 8:16.
A su llegada, el ángel Gabriel dijo a Daniel: “Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin. Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin.” Dan. 8:17, 19.
Entonces Gabriel le explicó los primeros tres elementos con bastante detalle. Daniel entendió que el carnero es Medo-Persia (Dan. 8:20), el macho cabrío Grecia (Dan. 8:21, 22) y el cuerno pequeño, aquel Imperio en sus dos fases que antes había conocido como la bestia terrible y espantosa (Dan. 8:23-25) que definimos en lo últimos temas como Roma en sus dos fases, equivalente al cuarto y último metal de la imagen de metales. Recuerde los temas 10 y 17 al 24.
Acerca del tiempo profético de las 2300 tardes y mañanas, el ángel Gabriel se limita a decir tan solo que es verdadera y para muchos días: “La visión de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días.” Dan. 8:26.
La reacción de Daniel frente a la visión era la siguiente: Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía.” Dan. 8:27.

¿Qué es lo que Daniel no entendía?

¡Lo único que no entendió fue el cuarto elemento, el del tiempo profético de las 2300 tardes y mañanas, pues para los primeros tres elementos recibió explicaciones detalladas! Más adelante en este tema, en el subtítulo “La relación entre el capítulo 8 y 9 de Daniel”, conoceremos dos palabras hebreas que confirmarán esta declaración. Pero con seguridad Daniel se dio cuenta que debe estar relacionado con el juicio que había visto en el capítulo anterior (Dan. 7:9, 10), pues por un lado era el evento que seguía tras los abusos del “cuerno pequeño”, y por otro lado que el tiempo profético está relacionado con la purificación del santuario, evento que ocurre durante el juicio, como veremos más tarde.

Daniel 9

Este capítulo se divide en dos partes. La primera parte es una oración de Daniel y la segunda parte la impresionante profecía de tiempo de las 70 semanas que resulta ser a la vez la explicación parcial del tiempo profético de las 2300 tardes y mañanas del capítulo anterior, como veremos a continuación.
“En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, que vino a ser rey sobre el reino de los caldeos.”Dan. 9:1.
Daniel 9 comienza explicando que Babilonia ya cayó y Daniel se encuentra ahora en el Imperio de Medo-Persia bajo el reinado de Darío de Media, que tomó el reino a los sesenta y dos años. Dan. 5:31.

Los 70 años

“En el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años.” Dan. 9:2.
A parte de ser profeta, Daniel mismo era un gran estudiante de las profecías de los demás profetas, a los cuales Dios también había inspirado. Ahora Daniel recuerda los pasajes relacionados con el tiempo profético de los 70 años que Dios inspiró al profeta Jeremías, como cien años antes.
  • En este momento Daniel ya tenía aproximadamente 90 años, pero su edad avanzada no le detenía estudiar atentamente las profecías bíblicas y de tiempo, y tratar de entenderlas.
Daniel recordaba la profecía:“Toda esta tierra será puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años.” Jer. 25:11.
Daniel mismo había sido testigo del comienzo y del final de esta profecía, pues él mismo había sido uno de los hebreos jóvenes que fueron llevados cautivos desde Jerusalén hasta Babilonia cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, invadió a Judá 70 años atrás. La razón de estos lamentables eventos fue porque el pueblo de Dios había abandonado a Dios, viviendo en pecado, desobediencia y rebelión;  menospreciando la Palabra de Dios y a los mensajeros y profetas del Señor. Recuerde el tema 8 de este seminario acerca de Daniel capítulo 1.
Y ahora Daniel recuerda la promesa de Dios mediante la profecía diciendo que al cabo de los setenta años Dios hará caer a Babilonia y volver a su pueblo a Jerusalén.
Y cuando sean cumplidos los setenta añoscastigaré al rey de Babilonia y a aquella nación por su maldad, ha dicho Jehová, y a la tierra de los caldeos; y la convertiré en desiertos para siempre… Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta añosyo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar.” Jer. 25:12; 29:10.
Oración de un Anciano

La oración de Daniel

A continuación el anciano Daniel se dedica a orar a Dios. Como sabemos Daniel siempre era un hombre dedicado a la oración. Dan. 6:10b. Pero esta oración es muy especial. Se trata de una de las oraciones más profundas de toda la Biblia que nos enseña cómo debemos orar, abriendo nuestro corazón a Dios con humildad y sinceridad. Daniel comienza confesando los pecados y las rebeliones de su pueblo en profundo arrepentimiento, pidiendo la misericordiay el perdón de Dios. El ora tal como se debe hacer directamente a Dios sin intermediario humano, simplemente por fe.
En su oración Daniel reconoce la justicia de Dios por haber cumplido su palabra en relación a la maldición advertida mediante Moisés respecto al destino de la nación, que es condicional. Pues el pueblo se alejó de Dios al no oír su voz y por eso fue entregado cautivo durante estos setenta años en la mano de los babilónicos. Vea Deut. 28.
Entonces menciona la mano poderosa de Dios que sacó al pueblo de Egipto, sabiendo que el omnipotente Dios puede sacar al pueblo nuevamente de la opresión y volverlo a su tierra prometida, Canaán.
Finalmente implora a Dios que aparte su furor de sobre su ciudad Jerusalén y que su rostro resplandezca nuevamente sobre su santuario que en ese momento se encontraba en ruinas. Daniel pide a Dios que considere las desolaciones de Jerusalén y le pide, por amor del Señor y por sus muchas misericordias, que perdone el pecado y cumpla su santa promesa profética prestamente.
Manos en oraciónHe aquí su oración:
“Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza. Y oré al Señor mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos; hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. No hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra. Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro, como en el día de hoy lleva todo hombre de Judá, los moradores de Jerusalén, y todo Israel, los de cerca y los de lejos, en todas las tierras adonde los has echado a causa de su rebelión con que se rebelaron contra ti. Oh Señor, nuestra es la confusión de rostro, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres; porque contra ti pecamos. Del Señor nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado, y no obedecimos a la voz del Señor nuestro Dios, para andar en sus leyes que él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas. Todo Israel traspasó tu ley apartándose para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra él pecamos. Y él ha cumplido la palabra que habló contra nosotros y contra nuestros jefes que nos gobernaron, trayendo sobre nosotros tan grande mal; pues nunca fue  hecho debajo del cielo nada semejante a lo que se ha hecho contra Jerusalén. Conforme está escrito en la ley de Moisés, todo este mal vino sobre nosotros; y no hemos implorado el favor del Señor nuestro Dios, para convertirnos de nuestras maldades y entender tu verdad. Por tanto, el Señor veló sobre el mal y lo trajo sobre nosotros; porque justo es el Señor nuestro Dios en todas sus obras que ha hecho, porque no obedecimos a su voz. Ahora pues, Señor Dios nuestro, que sacaste tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa, y te hiciste renombre cual lo tienes hoy; hemos pecado, hemos hecho impíamente. Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos en derredor nuestro. Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos; y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor del Señor. Inclina, oh Dios mío, tu oído, y oye; abre tus ojos, y mira nuestras desolaciones, y la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre; porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas misericordias. Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por amor de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.” Dan. 9:3-19.
La llegada del ángel Gabriel

La llegada del ángel Gabriel

“Aún estaba hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y derramaba mi ruego delante de Jehová mi Dios por el monte santo de mi Dios; aún estaba hablando en oración, cuando el varón Gabriel, a quien había visto en la visión al principio, volando con presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la tarde. Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo: Daniel, ahora he salido para darte sabiduría y entendimiento. Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres muy amado. Entiende, pues, la orden, y entiende la visión.” Dan. 9:20-23
Es curioso saber que el ángel Gabriel interrumpió a Daniel en su oración. Daniel repite este hecho dos veces. El pasaje dice que Gabriel vino volando con presteza. De esta manera el pedido de Daniel “Señor, y hazlo; no tardesfuecontestada de inmediato. Dan. 9:19. Como vimos, Daniel ni siquiera había terminado su oración cuando el ángel yase presentó. Gabriel le revela al anciano Daniel que él es considerado muy amado en el cielo. ¡Qué gran honor! Algo parecido se había dicho acerca de Abrahán que era “amigo de Dios” y acerca de Enoc que “caminó con Dios”. Gén. 5:24; 2; Is. 41:8, Sant. 2:23. También nosotros, si somos fieles hijos de Dios, podemos ser considerados así en los atrios celestiales.

La relación entre el capítulo 8 y 9 de Daniel

Finalmente, el ángel Gabriel regresa para explicar a Daniel “el cuarto elemento”; aquel detalle del tiempo profético de las2300 tardes y mañanas que quedó pendiente en la explicación del capítulo anterior. Esto podemos saber gracias a los siguientes seis hechos.
1) Regresa el ángel Gabriel a quien Daniel había visto al inicio de la visión.
Daniel dice: ”… el varón Gabriel, a quien había visto en la visión al principio…” Dan. 9:21.
¿Cuándo fue que Daniel había visto el ángel Gabriel antes? ¡Fue únicamente en la visión del capítulo anterior que recibió como una década antes! Vea Dan. 8:16.
2) Ahora Gabriel hace entender a Daniel la visión.
Daniel dice: “Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo: Daniel, ahora he salido para darte sabiduría y entendimiento.” Dan. 9:22.
Recordemos que en el capítulo anterior el ángel Gabriel había sido enviado a explicar a Daniel la visión. “Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a éste la visión. Dan. 8:16. Recordemos que Gabriel le explicó 3 de los 4 elementos. El carnero (Medo-Persia), el macho cabrío (Grecia) y el cuerno pequeño (Roma). Pero nolas 2300 tardes y mañanas. Es por eso que Daniel quedó al final del capítulo 8 “espantado a causa de la visión, y no la entendía.” Dan. 8:27.
¡Finalmente llegó el momento en el cual Gabriel culmina su misión de explicar a Daniel la visión!
3) Dos palabras hebreas.
Hay dos palabras hebreas que confirman sin lugar a dudas que la visión del capítulo 8 tiene su continuación y explicación directa en el capítulo 9 de Daniel. Se trata de las palabras “marah (mrae)” y “hazon (chzun)”. Ambas fueron traducidas por los traductores bíblicos como “visión”. Pero el hecho que Dios haya inspirado al profeta Daniel para utilizar dos palabras diferentes para “visión” nos muestra que hay una importante diferenciación que Dios desea que entendamos.
  • hazon (chzun)” se refiere a la visión completa de Daniel 8, con sus cuatro elementos.
  • marah (mrae)” se refiere en específico al cuarto elemento de la visión de Daniel 8. Es decir a las 2300 tardes y mañanas.
Veamos los versículos claves para entender. He aquí el comienzo de Daniel capítulo 8.
“En el año tercero del reinado del rey Belsasar me apareció una visión (hazon) a mí, Daniel, después de aquella que me había aparecido antes. Vi en visión (hazon); y cuando la vi, yo estaba en Susa, que es la capital del reino en la provincia de Elam; vi, pues, en visión (hazon), estando junto al río Ulai… Y aconteció que mientras yo Daniel consideraba la visión(hazon) y procuraba comprenderla, he aquí se puso delante de mí uno con apariencia de hombre.” Dan. 8:1, 2; 8:15.
  • Entonces aparece por primera vez la palabra diferenciada marah (mrae).
“Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a éste la visión (marah).” Dan. 8:16.
Como vemos, Gabriel fue enviado a explicar a Daniel la parte específica de las 2300 tardes y mañanas, como clímax de la visión y novedad, puesto que todos los otros tres elementos ya fueron reveladas y explicadas dos veces en los capítulos anteriores (Daniel 2 y 7). Pero para que Daniel entienda el contexto sin lugar a dudas, Gabriel comienza explicando los primeros tres elementos (carnero, macho cabrío, y cuerno pequeño). Desafortunadamente el anciano profeta Daniel queda tan afectado físicamente a causa de la revelación terrible del cuerno pequeño que “se levantará contra el Príncipe de los príncipes” que el ángel Gabriel se ve obligado a interrumpir su explicación. Solo puede decir acerca de las 2300 tardes y mañanas que es una visión verdadera. (Una segunda razón por la cual el ángel Gabriel decide explicarle el cuarto elemento en un momento posterior, veremos al final de este tema).
“La visión (marah) de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión (hazon), porque es para muchos días. Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión (marah), y no la entendía.” Dan. 8:26, 27.
  • ¡Como vemos, lo que Daniel no entendió fue la marah; la parte de las 2300 tardes y mañanas!
Curiosamente sucedió que justamente el elemento que fue enviado a explicar principalmente, fue el único que no llegó a explicar. Pero por lo menos pudo poner el fundamento y el contexto general de la visión de las 2300 tardes y mañanas. Es por eso que Gabriel tuvo que volver años más tarde para completar su misión, tal como lo registra el capítulo siguiente:
“Aún estaba hablando en oración, cuando el varón Gabriel, a quien había visto en la visión (hazon) al principio, volando con presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la tarde… Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he venido para enseñártela, porque tú eres muy amado. Entiende, pues, la orden, y entiende la visión (marah).” Dan. 9:21, 23.
He aquí los dos capítulos en hebreo interlinear para poder revisar las palabras hebreas (chzun y mrae):
4) Gabriel viene a explicar un tiempo profético y lo hace explicando un tiempo profético.
Como vemos, Gabriel no pierde tiempo. Esta vez va directamente al grano en su explicación del tiempo profético de las 2300 tardes y mañanas, diciendo: “Setenta semanas están determinadas (chatak) sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad….” Dan. 9:24.
Como sabemos una semana tiene siete días. Haremos un sencillo cálculo matemático:
  • 70 semanas x 7 días = 490 días
En el versículo que acabamos de leer aparece una nueva palabra hebrea que tenemos que analizar para entender correctamente este versículo. Es la palabra “chatak (nchthk)” que ha sido traducida en casi todas las traducciones bíblicas como “determinado”.
Esta palabra “chatak (nchthk)” aparece tan solo una vez en toda la Biblia. ¡Y justamente en este versículo! Desafortunadamente los traductores bíblicos no vieron la relación y la continuidad entre Daniel capítulo 8 y 9. Es por eso que les pareció bien traducirlo tal como lo hicieron, sin consultar otras fuentes antiguas que  utilizan esta palabra, para conocer con más precisión su traducción.
Pues la palabra “chatak (nchthk)” se encuentra en muchas otras fuentes antiguas, y en ellas se traduce mayormente como ”cortar”, y algunas veces como “separar” o “amputar”. He aquí algunos ejemplos.
  • Aparece muchas veces en la Mishnah, un comentario bíblico judío compilado en los primeros siglos. Aunque no es idéntico al hebreo bíblico, el hebreo de la Mishnah es similar, y de las 12 veces que se utiliza el verbo chatak, diez veces se refiere a cortar partes de los animales de acuerdo con las leyes de nutrición. De las 19 veces que se utiliza en la forma sustantiva, sólo una vez se usa para la idea de un decreto. Las otras 18 veces significa “aquello que ha sido cortado”.
  • La Concordancia de Strong declara que su raíz es “cortar”.
  • La traducción de Whiting (en inglés) la traduce como “cortar”.
  • Gesenius, el lexicógrafo de hebreo, la define como “cortar”.
  • La versión más antigua de la Vulgata y la Septuaginta define el verbo como “cortar”.
  • La versión griega de Daniel por Teodosio, la presenta como “cortada”.
  • El diccionario Caldeo-Rabínico de Stocius, la define como “cortarcortar en pedazos,cortar o grabar, cortar para arrancar”.
¡Esto significa que los 490 días son cortados de los 2300 días!
  • Nota: La descripción 2300 tardes y mañanas se refiere a 2300 días, pues un día consiste de una tarde y una mañana, tal como Dios lo estableció desde la misma Creación al decir “Y fue la tarde y la mañana un día.” Gén. 1:5.
5) Tiempo se puede cortar de tiempo.
¡Tan solo se puede cortar un elemento del mismo elemento! Se puede cortar pan de pan, madera de madera, y en este caso tiempo de tiempo.
Recordemos que el ángel Gabriel viene a explicar las 2300 tardes y mañanas, y comienza diciendo Setenta semanasestán determinadas (chatak) sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad….” Dan. 9:24.
  • Con el conocimiento que ya tenemos podríamos expresar este versículo de la siguiente manera: “490 días están cortados de los 2300 días, sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad.”
6) Algo más corto se puede cortar de algo más largo.
Se puede cortar un pedazo de pan de un pan más grande, un pedazo de madera de una madera más larga, y en este caso un pedazo de tiempo de un tiempo más grande. Los 2300 días son más largos que los 490 días. Es por eso que se puede cortar de ellos.
Existen dos posibles maneras de cortar los 490 días de los 2300 días. O son cortados al comienzo o al final de los 2300 días. En unos instantes veremos los argumentos bíblicos para saber cuál es la manera correcta de cortar el pequeño tiempo profético del grande.
Dos posibles maneras de cortar los 490 días de los 2300 días

Día por año

En el tema 20 de este seminario ya estudiamos el concepto profético de “día por año”. Ahora profundizaremos unos cuantos aspectos de este principio importantísimo para entender las profecías de Dios correctamente.
Recordemos que el pueblo de Dios salió de Egipto, tras las 10 plagas que Dios hizo caer mediante su siervo Moisés. Luego el pueblo cruzó milagrosamente el mar y llegó a la frontera de Canaán. Entonces enviaron 12 espías para reconocer la tierra. Al cabo de 40 días retornaron. Desafortunadamente a 10 de ellos les faltó la fe y no creyeron poder apoderarse de la tierra prometida por causa de las naciones poderosas establecidas ahí. Entonces el pueblo perdió la fe. Como consecuencia Dios decretó:
“Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día; y conoceréis mi castigo.” Núm. 14:34.
  • De esta manera ¡Dios grabó desde el inicio de la fundación de la nación judía en sus mentes el principio divino y profético de “día por año”, respecto a los tiempos proféticos! Es decir un día simbólico (profético) equivale a un año literal.
El profeta Ezequiel que era contemporáneo de Daniel y también se encontraba en el cautiverio en Babilonia a tan solo 80 kilómetros de donde Daniel se encontraba, recibió de parte de Dios la siguiente profecía simbólica, confirmando el principio de “día por año” para los tiempos proféticos. Esto ocurrió durante la misma época en la cual el profeta Daniel recibió de parte de Dios varias visiones con diferentes tiempos proféticos. Los 1260 días que hemos estudiado. Los 2300 días y los 490 días que estamos estudiando en actualmente, y los 1290 días y los 1335 días que estudiaremos en otro tema más adelante cuando lleguemos a la profecía de Daniel capítulo 12.
Dios dijo a Ezequiel: “Cumplidos éstos, te acostarás sobre tu lado derecho segunda vez, y llevarás la maldad de la casa de Judá cuarenta días; día por año, día por año te lo he dado.” Ez. 4:6.
¡Las 70 semanas (490 días) mismas, son un maravilloso e innegable ejemplo de esta realidad espiritual! Pues el ángel Gabriel indica que habría una orden para restaurar y edificar a Jerusalén y que en ese momento el tiempo profético de las 70 semanas comenzaría y llegaría hasta el Mesías Príncipe. Dan. 9:25. ¡Si fuesen semanas o días literales, este tiempo abarcaría apenas un año y cuatro meses! Y desde las órdenes promulgadas por los reyes Medo-Persas (Ciro, Darío y Artajerjes) para la reconstrucción de Jerusalén, un año y cuatro meses no nos llevarían nunca hasta la llegada del Mesías Príncipe. ¡El tiempo profético no haría ningún sentido y sería finalmente una profecía falsa! Pero 490 añosliterales  nos llevan desde las órdenes de estos reyes al tiempo en que el Señor Jesucristo, el Mesías Príncipe, se manifestó en este mundo, como veremos en el tema siguiente.

Razones por las que los 490 años deben de ser cortados al inicio de los 2300 años

A) El ángel Gabriel repite dos veces a Daniel que la visión es para el tiempo del fin, y le dice que le mostrará lo que ha de ocurrir al fin de la ira. Dan. 8:17, 19. B) Si colocaríamos el corte al final, entonces la profecía llegaría mucho más atrás en la historia que incluso el Imperio de Babilonia, que es el primer reino de la secuencia de reinos de las profecías de Daniel 2, 7 y 8. No haría sentido alguno. C) Como ya hemos estudiado, “la purificación del santuario” que debe iniciar al cabo de este largo tiempo profético, equivalente al juicio celestial, que debe ocurrir después de 1798. Todo esto solo funciona si se cortan los 490 al inicio de los 2300 años. Entonces ya sabemos que la ilustración debe ser como sigue:
Razones por las que los 490 años deben de ser cortados al inicio de los 2300 años

El contexto del Santuario

En el subtítulo anterior “La relación entre el capítulo 8 y 9 de Daniel” vimos 6 hechos que hacen entender por qué Daniel 9 es la continuación y explicación de Daniel 8. Ahora veremos 8 razones adicionales que relacionan estos dos capítulos mediante del contexto del Santuario, que es el elemento fundamental y destacado de estos dos capítulos.
1) El carnero y el macho cabrío.
Día de la ExpiaciónEn Daniel capítulo 8, Medo-Persia es representado como un carneoy Grecia es representado como un macho cabrío. Ambos son animales puros. En el capítulo anterior (Daniel 7) Medo-Persia era representado como un oso y Grecia como un leopardo. Ambos animales inmundos. ¿Por qué Dios representa ahora estos dos Imperios como animales puros? Hay un versículo en el libro de Levítico que presenta a estos dos animales juntos.
“Y de la congregación de los hijos de Israel tomará dos machos cabríos para expiación, y un carnero para holocausto [sacrificio].”Lév. 16:5.
Este versículo se encuentra en la explicación del “día de la expiación” de los judíos. Era un día muy especial que fue celebrado una vez al año por los hebreos. Era el día en el cual se expiaba el pecado del pueblo, colocándolo sobre el macho cabrío y sobre el carnero, dos animales limpios, en representación del Mesías venidero, Jesucristo “el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Juan 1:29.
El pasaje de Levítico termina explicando: “Porque en este día se hará expiación por vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados delante del Señor… Y esto tendréis como estatuto perpetuo, para hacer expiación una vez al año por todos los pecados de Israel.” Lev. 16:30, 34.
Es un gran honor para Medo-Persia y Grecia ser representados en el capítulo de Daniel 8, mediante animales limpios que representan a Jesucristo y su sacrificio por el pecado. Recordemos del tema 18 de este seminario que la relación del pueblo de Dios con estos dos Imperios era bastante buena. Recordemos además que los otros dos imperios (Babilonia y Roma) destruyeron al templo de Dios.
  • Babilonia – Destruyó el primer templo (de Salomón)
  • Medo Persia – Permitió la reconstrucción del templo
  • Grecia – No destruyó el templo
  • Roma – Destruyó el segundo templo (mediante Tito en el año 70 d.C.)
  • Solo hubo un incidente negativo de parte de Grecia contra los hebreos (Jerusalén). Después de la repartición del Imperio Griego entre sus cuatro generales (Tolomeo, Casandro, Lisimaco y Seleuco). Fue cuando uno (el octavo) de los 27 reyes de la dinastía seléucida conquistó temporalmente a Jerusalén. Pero fue vencido por los judíos y expulsado rápidamente de Canaán.
El propósito de Dios al representar a Medo-Persia y a Grecia con estos dos animales limpios (de sacrificio por el pecado) fue mentalizar al profeta Daniel para que éste se dé cuenta y reconozca que el contexto de los capítulos de Daniel 8 y 9 es el día de la expiación en el santuario y el juicio. Es por eso que el ángel dice: “Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.” Daniel 8:14.
Yom Kipur¡El “día de la expiación” equivale al “día del juicio”, pues en ese día el pueblo fue juzgado! Los judíos se preparaban con varios días de anticipación para aquel gran día decisivo, arrepintiéndose y confesando sus pecados. Ellos arreglaron todas sus cuentas con sus prójimos y con Dios. Entonces llegó el juicio del “día de la expiación del pecado”, también conocido en hebreo como “Yom Kipur”. Yom kipur es el día judío del arrepentimiento, considerado el día más santo y más solemne del año. Su tema central es la expiación y la reconciliación.
¿En qué sentido era un día de juicio? Si algún hebreo no se había arrepentido de corazón y no había confesado sus pecados y no había arreglado sus cuentas con Dios y el prójimo, fue expulsado del pueblo. Esto representaba la perdición de aquella persona. De esta manera pendía el juicio sobre ellos en el “día de la expiación” del pecado.
2) Gabriel aparece a la hora del sacrificio de la tarde.
Daniel cuenta que el ángel Gabriel “vino a mí como a la hora del sacrificio de la tarde.” Dan. 9:21b. Dios no hace nada al azar. Al hacer llegar a su ángel Gabriel a la hora del sacrificio de la tardesigue “mentalizando” a Daniel hacia la realidad y al contexto del santuario. Pues en el templo del Pacto Antiguo, Dios había instituido dos sacrificios por día por los pecados del pueblo. Uno fue sacrificado en la mañana y el otro en la tarde. Vea Éxodo 29:38, 39. Recordemos que hace 70 años que no se hacía ningún sacrificio en el templo de Jerusalén, puesto que éste se encontraba en ruinas tras la destrucción por los babilónicos. Y ahora, cuando Daniel ora por el cumplimiento de la promesa divina de la reconstrucción del santuario en Jerusalén, aparece el ángel Gabriel justamente a esa hora especial para recordar a Daniel el propósito de su venida.
3) Las 2300 tardes y mañanas.
Como sabemos, Dios no hace nada al azar. Recordamos la profecía: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.” Dan. 8:14. ¿Por qué no dice directamente 2300 días? Porque el énfasis que Dios da a esta profecía es el contexto del santuario, pues cada día incluye un sacrificio de tarde y de mañana, como vimos en el punto anterior. Vea Éxodo 29:38, 39.
4) Las 70 semanas son cortadas.
Durante estos 490 años, que son “cortados” especialmente para el pueblo hebreo y la santa ciudad Jerusalén, realmente se siguió cortando (sacrificando) ovejas y otros animales limpios como palomas, que prefiguraban a Jesucristo. Dan. 9:24. Este detalle nos refuerza el contexto del santuario en el cual se practicaban estos sacrificios por medio de los sacerdotes judíos.
Recuerde que “chatak” aparece muchas veces en la Mishnah, un comentario bíblico judío compilado en los primeros siglos. De las 12 veces que se utiliza el verbo chatak, diez veces se refiere a cortar partes de los animales de acuerdo con las leyes de nutrición.
5) El propósito de las 70 semanas.
El ángel Gabriel dice a Daniel: Setenta semanas están determinadas [cortadas] sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.” Dan. 9:24.
Las descripciones subrayadas de este punto están en relación íntima de la obra que se realiza en el santuario: ¡terminar con el pecado, expiándolo y trayendo la justicia perdurable!
6) El énfasis del santuario en Daniel 8.
El énfasis de Daniel capítulo 8 radica principalmente en el concepto del santuario. El cuerno pequeño (Roma en sus dos fases) se opone a él y lo intenta destruir o asimilar tergiversándolo a toda costa:
”Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos… y el lugar de su santuario fue echado por tierra… ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados? Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.” Dan. 8:11, 13, 14.
7) El interés de Daniel se concentra en el santuario.
El interés de Daniel está desde el inicio en el tiempo profético de los 70 años y su cumplimiento relacionado con la reconstrucción del templo de Jerusalén que está en ruinas. Dan. 9:2. Y por lo tanto en la purificación del santuario en toda su magnitud. Dan. 8:14.
8) Medo-Persia y el comienzo de los dos capítulos.
La secuencia de los cuatro Imperios comienza en Daniel 2 y Daniel 7 con Babilonia y termina con Roma. Pero en Dan. 8, cuando la secuencia se repite por tercera vez, comienza con Medo-Persia (el carneo), ¡aunque Babilonia todavía reina cuando Daniel recibe la visión! Vea Dan. 8:1. Y Roma no es mencionado como una bestia sino directamente como el “cuerno pequeño”, resumiendo en este símbolo las dos fases de Roma (Imperial y Papal). Dan. 8:9-12. En el tema anterior de este seminario ya analizamos algunas razones porque Dios lo hizo así. Pero ahora vemos una razón adicional para entender este aspecto con más profundidad.
Ni Babilonia ni Roma son  mencionados como bestias en esta secuencia, pues Dios quiere poner el énfasis en el santuario y en los animales limpios relacionados al santuario y su purificación, como representaciones de Cristo Jesús. Pero ya que Babilonia como también Roma destruyeron ambos el templo de Jerusalén, Dios los excluye en esta secuencia como bestias, pues no hay una bestia que pueda representar ni a Babilonia ni a Roma positivamente en relación al santuario, ¡pues Babilonia y Roma no representan a Cristo en nada! Y es por esa misma razón que Dios tiene que hacer un compromiso excepcional y mencionar a Roma en sus dos fases simplemente como “cuerno pequeño”.
Pues Dios no hubiese podido representar en esta profecía ni a Babilonia ni a Roma con una bestia, pues estaba con la intención de presentar los reinos de este capítulo mediante bestias limpias del santuario; representantes de Jesús. Pero ya que Roma en sus dos fases le sucede a Grecia (el macho cabrío) históricamente, tuvo que mencionar y presentar este poder, pero mediante el símbolo del “cuerno pequeño”.
Es por eso también que Gabriel esperó como una década hasta que Babilonia cayese en manos de los Medo-Persas, para aparecer recién en el capítulo 9 y comenzar a explicar a Daniel la visión de Daniel 8, pues ahora la profecía del Santuario era vigente en su contexto y había llegado el inicio del cumplimiento de la visión que le había transmitido en el capítulo anterior. Con razón Gabriel vino directamente en el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, que vino a ser rey sobre el reino de los caldeos [los babilónicos].” (Dan. 9:1), para explicar a Daniel la visión de las 2300 tardes y mañanas.
¡Todo hace perfecto sentido!


Vea el siguiente tema >> “Daniel 9 – Las 70 semanas”

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